Terremoto en Turquía y Siria ¿Por qué?

Han pasado dos semanas desde que ocurrió el terremoto de magnitud 7,8 que afectó a Turquía y Siria.

Todos hemos visto en las noticias la destrucción y muerte que eso ha causado.

Es inevitable que nos cuestionemos e intentemos darle sentido a lo ocurrido.

Hace unos días escuché a alguien decir que era un castigo divino, que Dios estaba enojado contra los turcos y sirios. Algunos otros, que dan sentido a todo desde una óptica material, dirían que es solo un movimiento más de placas tectónicas, que destruye a criaturas que no son más que animales más evolucionados, y que en esencia, no son más que materia organizada por la casualidad, el tiempo y la leyes de la naturaleza, nada esencialmente diferente a los ladrillos que se desorganizaron.

Los muertos en el terremoto se cuentan por encima de 45mil. Y esto es alarmante. Pero pensemos en algo. 100 de cada 100 personas muere.

¿Cuál es la razón de la muerte? La biblia nos enseña claramente que es por el pecado.

La muerte Es el pago…el salario del pecado.  Siempre ocurre por el pecado propio o de otros (como es el caso de los bebés asesinados en vientre).

Observen esta imagen de Living Waters….

Dice Ray Comfort que “Es una maravilla pensar que la humanidad es mordida por serpientes, mordida por tiburones, aplastada por terremotos, ahogada en inundaciones, devastada por huracanes, sacudida por tornados, azotada por sequías, devorada por enfermedades y destruida por la muerte. Sin embargo, piensa que todo está bien entre él y su creador”. Ray Comfort

La muerte nos está diciendo que algo está muy mal entre nosotros y Dios.

Cualquier cosa que se diga del terremoto es algo muy sensible, por eso, quisiera tomar literalmente las palabras del Señor Jesús cuando sus contemporáneos se enfrentaron a una situación similar en donde un edificio se derrumbó y mató a algunas personas. Leemos en lucas capítulo 13

Lc 13:1 En esa misma ocasión había allí algunos que contaron a Jesús acerca de los galileos cuya sangre Pilato1 había mezclado con la de sus sacrificios. 2 Él les respondió: «¿Piensan que estos galileos eran [más] pecadores que todos los [demás] galileos, porque sufrieron esto? 3 »Les digo que no; al contrario, si ustedes no se arrepienten, todos perecerán igualmente. 4 »¿O piensan que aquellos dieciocho, sobre los que cayó la torre en Siloé y los mató, eran [más] deudores3  que todos los hombres que habitan en Jerusalén? 5 »Les digo que no; al contrario, si ustedes no se arrepienten, todos perecerán igualmente».

Estas dos preguntas del Señor Jesús nos obligan a darle el correcto sentido a situaciones como estas, una matanza o un accidente letal, o un terremoto o una guerra.

El problema en el fondo no es morir, sino morir en tus pecados, sin un salvador, sin Cristo. Morir eternamente. La muerte segunda.

Y el llamado del Señor Jesús para *todos* los hombres es que se arrepientan y crean en el evangelio. Que crean en Él … quién venció la muerte y es el salvador que cada ser humano necesita.

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José y Ángela Páez – Familia Páez Durán

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