¿Hay evidencia de diseño en el universo? ¿Es la tierra un lugar único en el…
Sobre el Homicidio de Miguel Uribe
Abordo este tema con dolor y una mezcla de enojo (espero “enojo santo”), por los hechos que están ocurriendo en Colombia. Es posible que lo sabes o has escuchado, el homicidio al candidato a la presidencia, el senador Miguel Uribe Turbay.
La situación me ha puesto a pensar en varios aspectos, que me gustaría compartir contigo.
El Homicidio y la pena de muerte
Muy temprano en el relato de Génesis, después del diluvio, previo a la formación de las naciones, se establece la primera y única “ley civil” en esa etapa, y trata nada más y nada menos que con el homicidio. Dice el SEÑOR:
Gen 9:5 »De la sangre de ustedes, de la vida de ustedes, ciertamente pediré cuenta: a cualquier animal, y a cualquier hombre, pediré cuenta; de cada hombre pediré cuenta de la vida de un ser humano. 6 -»El que derrame sangre de hombre, Por el hombre su sangre será derramada, Porque a imagen de Dios Hizo Él al hombre. NBLA
Dios establece la importancia de la vida humana, “Porque a imagen de Dios Hizo Él al hombre”, razón por la cual se establece la pena de muerte para el homicida, aquel que “derrame sangre” de otro ser humano. El delito descrito es el homicidio usando un eufemismo[1] de “derramar sangre”. A la luz de este eufemismo, es interesante que un atentado de homicidio, como el ocurrido en estos días, ya es un derramamiento de sangre humana, con la intención de matar a otro. Me atrevería a sugerir que un sicario que intenta matar, es un homicida, que merece la pena de muerte, independiente si su victima muere o sobrevive. Algo dentro de mi dice que el intento de homicidio, tiene detrás a un homicida.
En un mundo de personas con corazones malos, el SEÑOR ordena esta ley esencial y la pena extrema como una forma efectiva de restringir la maldad. Imagina el control y orden que habría en las naciones si se aplicara la pena capital para el homicida. Al principio probablemente serían muchas ejecuciones, pero que se reducirían con el tiempo, a la vez que aumentaría el orden y seguridad. La mayoría de personas restringirían la ejecución de sus corazones homicidas por el solo temor a la pena. Se crearía en la sociedad una percepción del valor de la vida humana y el respecto del derecho a la vida.
Desafortunadamente se ha abandonado la verdad de la palabra de Dios. Se han aplicado ideas humanistas en las leyes y la pena de muerte se ha abolido en muchos países. La razón es el respeto a los “derechos humanos”, en este caso, el “derecho a la vida” del homicida. Esto es contradictorio, porque el homicida le quitó el derecho a la vida a otro ser humano. Sufrir la pena de muerte no es una violación a su derecho a la vida, sino una consecuencia justa por el delito cometido. El verdugo no comete homicidio o asesinato, el verdugo está ejecutando la pena de muerte. El gobierno civil está actuando con la autoridad y por orden de Dios para enviar un mensaje muy claro al resto de las personas. La vida humana se respeta “Porque a imagen de Dios Hizo Él al hombre”.
La ejecución de la pena de muerte no implica el odio o desprecio al homicida, es una ejecución sobria y neutral de la justicia. No significa denigrar o degradar a la persona. Debería ejecutarse con el mayor respeto y reverencia por la vida que Dios valora tanto. De hecho, no excluye al condenado de escuchar el evangelio y rendir su vida a Cristo, como lo hizo el ladrón al lado de Jesús en la cruz cuando dijo “acuérdate de mí, cuando vengas en tu reino”. Todo aquel que como este hombre mira a Cristo, podría escuchar del Señor estas palabras «En verdad te digo: hoy estarás conmigo en el paraíso». (Lucas 23:43)
Sinceramente, estos casos extremos me suele llevar a plantear serias preguntas sobre la justicia de Dios ¿Cómo es posible que un homicida merezca el perdón de Dios? ¿No merece la condenación eterna? ¿En base a qué, Dios podría perdonarlo y salvarlo? ¿no sería eso injusto?
Esto nos pone de cara frente al glorioso evangelio de Jesucristo, que es poder de Dios para salvación de todo aquel que cree. En donde la justicia de Dios se revela por fe y para fe (Rom 1:16). Esto nos pone de frente al “peso” de la persona y la obra de Cristo por los pecadores, de los cuales, “yo soy el primero”. Merecemos la condena, no merecemos el perdón, pero la “sangre derramada” del cordero de Dios es suficiente para cubrir el pecado de todo aquel que se arrepiente y confía en Él.
Jesús sufrió la pena de muerte. Pero no solo sufrió la muerte física, sino la muerte en todo su sentido, ser destituido de la gloria de Dios. Fue objeto de la maldición de la ley, que nosotros merecemos por nuestros delitos y pecados. El justo que murió por los injustos para llevarnos a Dios. El que no conoció pecado fue hecho pecado para que seamos hechos justicia de Dios en Él (2 Co 5:21). Por eso vemos cómo Dios muestra su amor para con nosotros, en que siendo aún pecadores, Cristo murió por nosotros. ¡Gloria y Gracias a Él por su gran amor!
Homicidio, odio y el “discurso”
No es casualidad que cuando el Señor Jesús aborda el tema del homicidio en el Sermón del Monte, nos ayuda a ver la asociación directa de “No matarás”, con el odiar a una persona (intención del corazón) o insultarla con palabras (ejecución verbal).
Mat 5:21 Ustedes han oído que se dijo a los antepasados : “No matarás ” y: “Cualquiera que cometa homicidio será culpable ante la corte”. 22 Pero Yo les digo que todo aquel que esté enojado con su hermano será culpable ante la corte; y cualquiera que diga: “Insensato” a su hermano, será culpable ante la corte suprema; y cualquiera que diga: “Idiota”, será merecedor del infierno de fuego. NBLA
Me sorprende la consecuencia del delito desde la óptica de Cristo: “culpable ante la corte suprema”, ¡“merecedor del infierno de fuego”! Esto deja muy claro, como se pretendía en Génesis 9, que la imagen de Dios en un ser humano se debe tomar en serio. Tan serio, que, a los ojos de Dios, el que insulta a otros es un homicida a los ojos de Dios.
Un insulto es una forma de atentar contra la dignidad, honor y valor que tiene cualquier ser humano por el hecho de ser imagen de Dios. Si examinamos nuestro corazón, veremos que el homicidio es algo más cercano a nuestro corazón de lo que pensábamos.
De alguna forma, este aspecto del homicidio, nos trae de vuelta a la situación en Colombia, en donde los “discursos de odio” son más comunes de lo que pensábamos. Para mi es un término nuevo, que ahora cobra mucho sentido. El asistente IA (Copilot) me ayudó con algunos datos muy interesantes al respecto.
“Un discurso de odio es cualquier forma de comunicación —oral, escrita o simbólica— que ataca, degrada o incita a la violencia o discriminación contra una persona o grupo con base en características como su raza, religión, nacionalidad, orientación sexual, género, discapacidad, etc. ¿Qué lo caracteriza? Lenguaje ofensivo o deshumanizante, Incitación al odio o la violencia, Propagación de estereotipos negativos, Justificación de la exclusión o el daño.” (énfasis añadidos)
Lo más impresionante es notar, cómo en la historia reciente, este ha sido un mecanismo que es el inicio que lleva a actos atroces de homicidio hacia otras personas. Veamos tres ejemplos, uno de la historia universal y uno de la historia de Colombia:
“1. Propaganda Nazi (Alemania, años 30-40). El régimen de Hitler utilizó discursos de odio contra judíos, gitanos, homosexuales y otros grupos.
2. Durante la época conocida como La Violencia en Colombia (aproximadamente entre 1946 y 1958), el discurso de odio fue un elemento central que alimentó el conflicto entre los partidos Liberal y Conservador. Este periodo dejó más de 200.000 muertos y millones de desplazados, y estuvo marcado por una profunda polarización ideológica y social. La prensa partidista y los discursos políticos usaban términos como “enemigos de la patria”, “herejes”, “traidores” o “bestias rojas” para referirse al adversario. Este lenguaje deshumanizante justificaba la violencia como un acto de “limpieza” o “defensa moral”.
Es curioso que el asistente menciona las Campañas políticas del 2022 como uno de los ejemplos más recientes. Durante las elecciones presidenciales “se evidenció un aumento de discursos de odio en redes sociales y medios. Se usaron expresiones deshumanizantes, clasistas, racistas y sexistas para atacar a votantes y candidatos de ambos lados”
Esto es algo serio, que no solo la historia, sino el Señor advierte a riesgo de la corte suprema y del ”infierno de fuego”.
El homicida “niño” o “menor de edad”
En el caso del sicario de Miguel Uribe, resulta ser un “niño”, un “mejor de edad” de 15 años. El “niño” está bajo protección, y el ICBF[2] ha estado en los consejos de seguridad convocados. Me pregunto si el ser menor de edad, debería diferenciar el trato del sistema judicial ante un homicida. Todo dentro de mí dice que no. Y me entristece ver cómo “los derechos de los niños, niñas y adolescentes” también se convierten en una forma de distorsionar la justicia y de nublar la efectividad del control del orden civil que Dios ha establecido.
Este lado de la impunidad hacia menores delincuentes, ha dado sus frutos, y muchas de las bandas criminales reclutan a “niños” (que la verdad ya no tienen nada de niños, ni de inocentes criaturas). Estas personas son hombres, no son víctimas, sino victimarios, que, con conciencia y responsabilidad moral, deciden hacer el mal. Sé que puede haber situaciones muy complejas detrás, pero un ser humano siempre tiene la posibilidad de hacer lo correcto delante de Dios (de su conciencia), aún si eso le significa su propia vida. Es mejor morir una muerte que glorifique a Dios, que vivir para deshonrar a su Creador.
Me da la sensación que las leyes de infancia y adolescencia, en el fondo tienen humanismo que busca despojar a los niños y jóvenes de su responsabilidad delante de Dios, justificando de alguna forma su comportamiento, y considerando erróneamente que el niño nace bueno y la sociedad lo corrompe (o sus padres lo corrompen). Me da la sensación de que estas leyes debilitan la potestad de los padres y promueven la autonomía (literalmente, ser una ley para sí mismos) en los niños y muchachos que tanto necesitan disciplina e instrucción por parte de sus padres. En casos como el sicariato o delitos civiles, necesitan control por medio de la ejecución de justicia y por la fuerza pública.
La debilidad de la fuerza pública
En el balance de las cosas, es lamentable ver cómo la fuerza pública está sin fuerza. Quisiera pensar que es porque no puede ser fuerte, pero solo Dios sabe, si la razón de fondo es que no quiere usar la fuerza. Me da la impresión de que los “derechos humanos” tienen al ejercito sin “espada”, a los policías sin armas, sin autoridad para actuar. La violencia y el caos aumenta en proporción inversa al uso de la fuerza por las autoridades, y tristemente, eso parece ser lo que nos está sucediendo. Las políticas de “dialogo” o “paz total” con delincuentes, son una forma de renunciar al ministerio dado por Dios a los gobiernos civiles para refrenar la maldad, castigar al malo y traer orden para que la nación pueda vivir en paz y reposadamente.
Hoy más que nunca me identifico con la esperanza del advenimiento del Señor Jesucristo, el Rey de Paz y justicia, que muchos corazones humanos anhelan. Pero mientras ese día llega, les animo a orar así:
“1 Tim 2:1 En primer lugar, te ruego que ores por todos los seres humanos. Pídele a Dios que los ayude; intercede en su favor, y da gracias por ellos. 2 Ora de ese modo por los reyes y por todos los que están en autoridad, para que podamos tener una vida pacífica y tranquila, caracterizada por la devoción a Dios y la dignidad.” NTV
🐟 COMPARTELO, 👍🏼 y deja tu COMENTARIO 💬
[1] Manifestación suave o decorosa de ideas cuya recta y franca expresión sería dura o malsonante. (https://dle.rae.es/)
[2] Instituto Colombiano de Bienestar Familiar
¿Nuestro ministerio ha bendecido tu vida?
Puedes apoyarnos para sostener y continuar la misión de equipar a la iglesia para que Viva, Defienda y Proclame el Evangelio Hoy
- Dona hoy o con recurrencia mensual.
- Ora por nosotros
- Sirve como un Voluntario
- Síguenos en redes sociales Youtube, Instagram, Whatsapp y Facebook
- Sé anfitrión de una enseñanza en tu iglesia
- Cuéntale a otros de las enseñanzas y recursos disponibles.
- Sigamos en contacto. Guarda nuestro WhatsApp y escríbenos para saber de qué otra forma te podemos servir.
José y Ángela Páez – Familia Páez Durán
Gracias Jose, por referirte a éstos temas que embargan de dolor nuestra patria. El hecho de ser cristianos, no significa que no podamos dar una opinión al respecto. Y estoy muy de acuerdo con lo que comentas.
Hay mucho humanismo en las leyes actuales, lo que hace que la justicia no se imparta correctamente. Y lo que es peor. Anima a que la injusticia y la impunidad sean las que se impongan por medio de la violencia y la estigmatizació en medio de una sociedad tan quebrada como la nuestra.
Necesitamos volver a las Escrituras. Necesitamos volver a Dios. Y también necesitamos conocer la historia de la persecución que siempre ha vivido un remanente de la iglesia, para no votar por personas que romantizan el socialismo, el comunismo, el wokismo, etc…
Que personas que no son creyentes, y que no conocen sobre éstos temas, voten por tales ideologías, puedo llegar a comprenderlo.
Pero personas que dicen ser creyentes y voten por candidatos que exaltan el humanismo, es algo que mas allá de no entender, me rompe el corazón. De verdad.
La verdad, no sé si dejen éste comentario.
Sólo sé, que lo estoy escribiendo desde lo más sincero de mi ser. Duele mucho mi patria colombiana. Y no. no estoy diciendo que la derecha es mejor. Lo que digo es que nos hemos olvidado de Dios, y de hacer su voluntad. Por supuesto refiriendome especialmente a los que se concideren cristianos.
Cómo dueles Colombia, cómo dueles iglesia.
¡Gracias! Claro que tu comentario vale.
Gracias por el artículo. Es una excelente reflexión porque este tipo de sucesos te hacen ver desde diferentes ópticas. Como esposa, madre, maestra, hija de Diosu tienes ese dilema moral que te lleva a ponerte de un lado pero luego a ver con los otros lentes. Definitivamente al ver la palabra, entenderla y descansar en su verdad es que llega La Paz, es que esa fe en Cristo y si obre puede dejarte seguir caminando con la firme esperanza.
Me encanta la porción con la que concluyes porque cuando leí esa palabra, la estudié y pudé comprenderla aprendí a descansar en el Señor y a ver cómo Él veo y no como yo quisiera que viera.
Gracias ☺️
Que bueno leer sobre lo que pasa en nuestro país a la luz de la Biblia y el enfoque qué necesitamos aún en medio de tanta información. Gracias por compartir y vale decir que estoy de acuerdo con tu aporte.
Excelente hermanos de evangelio hoy. Acertado comentario, sobre todo a la luz de la palabra de Dios.
pues estoy sorprendido pero tiene mucho verdad… por el hombre natural solo entiende de esas maneras y así los demás teman.
nosotros los conocedores lo dejamos a la ley y justicia de Dios
Me parece un error garrafal, la manera como se utiliza la palabra para dar una opinión propia, primero, bien mencionado en el artículo, el lenguaje con insultos es una forma de odio, y de ser así ninguna persona es exenta de ser homicida (por lo menos en nuestros corazones), ergo todos merecemos la muerte. De ahí viene la obra redentora de Cristo!
Segundo el texto con el que el autor se sustenta es uno basado en la antigua ley, que solo consta y aplica a la Israel previa a la venida de Cristo, por lo tanto no aplica a nosotros, torcer las escrituras para acomodarlas a mi propia opinión es muy peligroso, y atenta directamente contra la iglesia, y el evangelio.
¿Defiendo al adolescente autor de este crimen? No! ¿Debería caerle todo el peso de la ley? Si! Pero abogar por su muerte no nos hace diferentes de aquellos que dieron la orden de matar a Miguel. Le oro a Dios que mi país pueda mirar hacia las escrituras, y que las amen y respeten, y hago un llamado de atención a los dirigentes de la misma con amor y con respeto, para que no politicen la palabra, Colombia está en el top de los 20 países más peligrosos del mundo para ser creyentes, pero no alzan la voz por eso! Más alzan la voz por un político que estaba lejos de mostrar el carácter de Cristo! Ni de izquierda ni de derecha, ni liberal ni conservador, de Cristo nada más! Oremos por la familia de Miguel. Y que el señor sea resplandeciendo su rostro sobre nosotros!
Hermano,
Comparto contigo la tristeza y la indignación por lo ocurrido con Miguel Uribe. Es un hecho doloroso y profundamente injusto. Como creyentes, es imposible permanecer indiferentes ante un asesinato; el mismo Señor Jesucristo condenó el homicidio como un pecado grave.
Sin embargo, también recuerdo que nuestro Salvador nos enseñó que la justicia perfecta no proviene de los hombres, sino de Dios. Cuando Él estaba en la cruz, con pleno derecho a pedir castigo para quienes lo maltrataban, dijo: “Padre, perdónalos, porque no saben lo que hacen”. Y al ladrón arrepentido que tenía una sentencia de muerte humana, le prometió vida eterna.
Jesús no aprobó el pecado, pero sí nos enseñó que la verdadera victoria no se obtiene devolviendo mal por mal. La justicia de este mundo es limitada, y muchas veces se equivoca; la justicia divina, en cambio, es perfecta, conoce lo más profundo del corazón y no falla jamás.
Entiendo tu llamado a que haya consecuencias para quien hizo este mal, y estoy de acuerdo en que no debe haber impunidad. Pero mi fe me recuerda que, incluso cuando la justicia terrenal actúa, el perdón y la paz que Cristo nos manda no pueden depender de lo que haga un juez humano. Nuestra esperanza está en que Dios, que ve lo secreto, dará a cada uno según sus obras, y que sólo Él puede transformar incluso al más endurecido.
Oremos para que haya justicia en esta tierra conforme a la ley, pero también para que el agresor se arrepienta antes de enfrentar el juicio del Señor, porque allí no habrá apelaciones ni errores.