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¿Los Cristianos Deben guardar el Día de Reposo el Sábado?

Febrero 19, 2024 – Jose Manuel Páez

Cuando utilizamos la ley moral, los diez mandamientos, para evangelizar, solemos confundirnos respecto de hasta qué punto este es un mandamiento con el mismo “peso moral” de los demás. Además de la duda de si como cristianos se debería guardar pues, “ya no estamos bajo la ley”, o en caso de hacerlo, ¿el sábado o el domingo?

¿Qué pensar al respecto?

Exodo 20:8 Acuérdate del día de reposo para santificarlo. 9 Seis días trabajarás, y harás toda tu obra; 10 mas el séptimo día es reposo para Jehová tu Dios; no hagas en él obra alguna, tú, ni tu hijo, ni tu hija, ni tu siervo, ni tu criada, ni tu bestia, ni tu extranjero que está dentro de tus puertas. 11 Porque en seis días hizo Jehová los cielos y la tierra, el mar, y todas las cosas que en ellos hay, y reposó en el séptimo día; por tanto, Jehová bendijo el día de reposo y lo santificó. RV60

El corazón del mandamiento

La razón de este mandamiento está arraigada en la verdad de que Dios es el creador y que él trabajó seis días, pero también descansó uno. Dios no necesitaba seis días para crear y mucho menos necesitaba descansar, pero lo hizo por nosotros, para nuestro bien. Nosotros sí necesitamos una regularidad de trabajo y descanso en nuestra vida. La intención del mandamiento no es para nuestra carga, sino para nuestro bien, para nuestro descanso. El Señor Jesús, viendo los abusos cometidos por los maestros de la ley, haciendo mandamientos de hombres como si se trataran de mandamientos de Dios, nos recordó que el día de reposo fue creado por causa del hombre, y no el hombre para el día de reposo. Cuando este mandamiento aplasta las personas y la intención original del creador, entonces pierde todo su propósito, que es traernos bien, alivio y descanso.

Ciclos: Una Necesidad Fisiológica

Los seres humanos fuimos diseñados por Dios para vivir en ciclos, días de tarde y mañana, con luz y oscuridad, así como semanas y meses y años, todo esto para nuestro bien. Imagina trabajar ilimitadamente sin descanso. O descansar mucho más de lo que se trabaja. Antonio Cruz escribe que “Las tentativas por cambiar tal sucesión semanal, como las décadas egipcias, las quincenas romanas o el calendario revolucionario francés, no prosperaron y finalmente siempre se impuso la semana de siete días.”[1] No hay casualidad en el diseño de Dios para la humanidad, tal como lo describe el relato de Génesis. Cuando no descansas, tu salud se deteriora prematuramente, tu atención se dispersa, la concentración baja, la productividad se reduce, el buen humor se desvanece. Para muchos que nos gusta trabajar todos los días si pudiéramos, el Señor nos está mandando, por nuestro beneficio, que ¡descansemos! un día de siete.

La imagen de Dios y el Trabajo

El ser humano fue creado a la imagen de Dios, es decir que refleja algunas facetas de su creador. Una de ellas es el trabajo. El Señor trabajó, hizo labor por seis días y descansó. Y quiere que nosotros hagamos lo mismo. Esta es una forma de reflejar la imagen de Dios en este aspecto. El Señor Jesús quien es la imagen del Dios invisible, la imagen misma de su sustancia y el resplandor de su gloria dijo lo siguiente

“Jn 5:17 Y Jesús les respondió: Mi Padre hasta ahora trabaja, y yo trabajo”

Es importante anotar que el mandamiento no tiene que ver solo con el descanso sino también con el trabajo. Cada ser humano, independiente de su edad, habrá de ser un trabajador y esto glorifica a su creador. Pensando en implicaciones prácticas de esto, significa que aún cuando un adulto mayor es pensionado, eso no quiere decir que debería dejar de trabajar. Por otro lado, implica que los jóvenes también están llamados al trabajo, a la productividad. El mundo dice que los niños y jóvenes están en una etapa no laboral y entonces pasan horas y horas durmiendo, conectados a redes sociales, a video juegos, series y demás actividades de ocio. Me atrevería a decir que esta es una de las razones por las que muchos están deprimidos, ansiosos y esclavos de ese tipo de hábitos destructivos de sus vidas. Por su bien, ellos necesitan estar ocupados, laboriosos, y así mismo también necesitan un día de descanso por cada seis de trabajo.

El Proveedor y Señor de los siete días

“¿Por qué me llamáis, Señor, Señor, y no hacéis lo que yo digo?” Jn 6:46. Para muchos, este se trata de un acto de fe que se manifiesta en la obediencia al mandato del Señor. Descansar un día de seis es un acto de fe ¿Habrá suficiente si dejo de trabajar un día? La respuesta es sí, porque el proveedor no eres tú, sino el Señor. Puede ser que estemos queriendo un nivel de vida más alto de el que realmente necesitamos. En la oración del Señor, nuestra petición es “danos hoy el pan nuestro de cada día”. Cada día el Señor provee, el pan. El pueblo en el desierto recibía el pan del cielo, y este se recibía cada día a la vez. Si tomaban más del que necesitaban para un día, se descompondría. No se trataba de almacenar por el temor de que no hubiera para el día siguiente. Pero el sexto día pasaba algo asombroso, debían recoger para los dos días, sexto y séptimo, pero esta vez no se dañaba. La provisión incluía el día séptimo, aún cuando este no se debía trabajar, ni salir a recoger. De hecho ese día no caía el maná. Descansar un día de siete es un acto de fe en el que reconocemos al Señor como nuestro Señor y proveedor.

¿Shabath = Sábado?

Para muchos de nosotros, la palabra hebrea Shabath nos suena parecida al “sábado” y hace pensar que se debe guardar ese día. Para algunos si no es el sábado, entonces no estás cumpliendo el mandamiento. ¿Qué podemos decir al respecto? La palabra Shabath significa literalmente “reposo”. Los judíos lo guardaban el séptimo día de su semana, que correspondía con el sábado. Para ellos era el último día de la semana. Los cristianos, históricamente han celebrado el día de reposo el primer día de la semana, es decir, el domingo, porque ese día glorioso, vieron la tumba vacía y ese día, el día del Señor, celebramos la victoria de nuestro Señor resucitado. El día de reposo no se ha eliminado, seguimos necesitando el descanso físico, pero más que eso, el reposo definitivo que nuestra vida necesita: Cristo. Considera la declaración del Señor:

“Venid a mí todos los que estáis trabajados y cargados, y yo os haré descansar.” Mat 11:28.

La regla del amor

“Uno hace diferencia entre día y día; otro juzga iguales todos los días. Cada uno esté plenamente convencido en su propia mente.” Rom 14:5

En el tiempo que Pablo escribió a los Romanos, ya se presentaban diferencias de opinión sobre “qué días”. Y la respuesta del apóstol en todo el capítulo 14 y 15 es “amor”. Aquel que no guarda tal día, no debe menospreciar al que sí lo guarda ese día; y de la misma forma el que decide guardarlo tal día no debe juzgar al que no lo hace ese día. “Así que, sigamos lo que contribuye a la paz y a la mutua edificación” Rom 14:19.

Jose Manuel Páez es director de Evangelio Hoy, Director de Living Waters Latinoamerica y Respuestas en Génesis Colombia, Ingeniero Electricista, Bachiller Superior en Teología y Actualmente cursando estudios de Maestría en Divinidades en el Southern Baptist Theological Seminary. Sirve junto con su esposa Angela y sus hijas Sofía y Salomé. Viven en Bogotá, en el hermoso país de Colombia, donde es su campo de misión y enseñanza.

[1] Cruz, Antonio. La ciencia, ¿encuentra a Dios?: El creador frente a las ultimas revelaciones cientificas (Pensamiento cristiano/ Christian Thought) (Spanish Edition) (p. 168). Editorial CLIE. Kindle Edition.

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José y Ángela Páez – Familia Páez Durán

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